A C É R C A T E - D E C Í D E T E - H A Z P I L A T E S
Síntomas de infarto cardiaco
Un infarto es un área de tejido que ha muerto (necrosis) por falta total del oxígeno que precisa (Desbalance Oferta/Demanda de O2). El término infarto agudo de miocardio (frecuentemente abreviado como IAM o IMA y conocido en el lenguaje coloquial como ataque al corazón, ataque cardíaco o infarto) hace referencia a un riego sanguíneo insuficiente, con daño tisular, en una parte del corazón (agudo significa súbito, mio músculo y cardio corazón), producido por una obstrucción en una de las arterias coronarias, frecuentemente por ruptura de una placa de ateroma vulnerable. La isquemia o suministro deficiente de oxígeno que resulta de tal obstrucción produce la angina de pecho, que si se recanaliza precozmente no produce muerte del tejido cardíaco, mientras que si se mantiene esta anoxia se produce la lesión del miocardio y finalmente la necrosis, es decir, el infarto.
Hay que tener muy presente, que existen INJURIAS CARDIACAS SILENTES , es decir, aquellas en que el paciente NO refiere DOLOR, y sólo están presentes los síntomas vegetativos acompañantes: Sudoración profusa, nauseas, vómitos (el dolor no mejora tras la expulsión de contenido gástrico), desestabilización hemodinámica, dolor torácico muy intenso, mareo, síncope acompañado de intensa diaforesis (sudoración profusa y fría). En la inmensa mayoría de los casos se dan todos estos síntomas asociados.
Síntomas de embolia cerebral
Estos 'avisos' son episodios en los que la sangre no llega bien a una parte del cerebro. Los pacientes notan pérdida de fuerza, pérdida parcial o total de la fuerza de una extremidad o de un lado del cuerpo, dificultad para hablar, lenguaje incomprensible o no posible, falta o alteraciones de sensibilidad en una región del cuerpo o un déficit visual de inicio brusco en uno o ambos ojos, de corta duración y con recuperación completa en poco tiempo. Esta situación se denomina 'accidente cerebrovascular transitorio'.
Los signos de alarma de un accidente cerebrovascular isquémico, o trombosis cerebral, pueden ser evidentes hasta siete días antes de sufrir el ataque. Si se identifican los avisos de alarma, se podrían tratar pronto a estos pacientes y evitar así un daño cerebral importante.
Síntomas del síndrome de fatiga crónica (SFC)
La denominación “síndrome de fatiga crónica” es inespecífica pero adecuada para una enfermedad entre cuyos muchos síntomas la fatiga y el agotamiento son los más llamativos y constantes. Sin embargo, la fatiga, que probablemente es el síntoma más extendido, es el más grave sólo en la mitad de los pacientes. Para los demás el síntoma más severo son las cefaleas - dolores de cabeza muy diferentes a los que sufre usualmente, o dolores que hacen que toda la cabeza le duela, dolores musculares inexplicable, dolores articulares, los trastornos de la visión, las perturbaciones emocionales, la pérdida de memoria corta o sustancial de la concentración, la confusión, el dolor en los ganglios linfáticos o el dolor abdominal. Cada síntoma por separado puede presentarse con mayor o menor intensidad, pero el cuadro conjunto permanece notablemente invariado. Estos síntomas pueden ser totalmente incapacitantes y persistir durante años, o pueden ser leves hasta el punto de significar tan sólo una molestia. Algunos otros síntomas son: dolor de garganta, nódulos linfáticos adoloridos o sensibles en el cuello o las axilas, dolor que se mueve de articulación a articulación pero que no incluye enrojecimiento o hinchazón, intolerancia a la actividad física - sentirse cansado por más de 24 horas después de hacer ejercicio, que antes no le molestaba en nada hacer, problemas durmiendo… sueño no reparador, intolerancia a la luz, al sonido y a los cambios de temperatura. Puede afectar de manera progresiva al sistema inmunitario, el neurológico, el cardiovascular y el endocrino, y se caracteriza por causar una fatiga severa, febrícula o fiebre, sensibilidades químicas múltiples, sensibilidad electromagnética y a otros factores ambientales, sensación de estado gripal permanente, faringitis crónica, desorientación espacial, intolerancia al estrés emocional entre otras manifestaciones.
Fibromialgia
El síndrome de la Fibromialgia (FMS) es un conjunto de síntomas y trastornos músculoesqueléticos poco entendidos. Es un trastorno no contagioso presente en aproximadamente entre el 3 y el 6 por ciento de las mujeres jóvenes, comúnmente entre los 20 y los 50 años de edad. Se caracteriza principalmente por síntomas que suelen impedir el funcionamiento rutinario del sujeto. La fibromialgia es una condición que causa dolores agudos musculares, dolores persistentes y fatiga extrema (cansancio). Las personas con fibromialgia tienen “puntos hipersensibles” en el cuerpo. Estos se encuentran en áreas como: el cuello, los hombros, la espalda, las caderas, los brazos y las piernas. Los puntos hipersensibles duelen al presionarlos. Algunos otros síntomas tenemos: rigidez muscular de intensidad variable, tendones y tejido blando circundante, dificultad al dormir, dolor de cabeza, falta de memoria, depresión y ansiedad entre otros, amplio rango de otros síntomas psicológicos, rigidez matutina, problemas con el pensamiento y la memoria, algunas veces llamados «lagunas mentales», entre otros.
Diabetes
La diabetes mellitus (DM) es un conjunto de trastornos metabólicos, que afecta a diferentes órganos y tejidos, dura toda la vida y se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa en la sangre: hiperglucemia. Es causada por varios trastornos, incluyendo la baja producción de la hormona insulina, secretada por las células del páncreas, o por su inadecuado uso por parte del cuerpo, que repercutirá en el metabolismo de los carbohidratos, lípidos y proteínas.
Los síntomas principales de la diabetes mellitus son emisión excesiva de orina (poliuria), aumento anormal de la necesidad de comer (polifagia), incremento de la sed (polidipsia), y pérdida de peso sin razón aparente.
En personas con diabetes, una de dos componentes de este sistema falla:
• el páncreas no produce, o produce poca insulina (Tipo I); or
• las células del cuerpo no responden a la insulina que se produce (Tipo II).
Este defecto de la insulina provoca que la glucosa se concentre en la sangre, de forma que el cuerpo se vé privado de su principal fuente de energía. Además los altos niveles de glucosa en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos, los riñones y los nervios.
No existe una cura para la diabetes. Por lo tanto, el método de cuidar su salud para personas afectadas por este desoren, es controlarlo: mantener los niveles de glucosa en la sangre lo más cercanos posibles los normales. Un buen control puede ayudar enormemente a la prevención de complicaciones de la diabetes relacionadas al corazón y el sistema circulatoria, los ojos, riñones y nervios.
Un buen control de los niveles de azúcar es posible mediante las siguientes medidas básicas: una dieta planificada, actividad física, toma correcta de medicamentos, y chequeos frecuentes del nivel de azúcar en la sangre.
Reflujo gástrico
La palabra reflujo significa ir en contra de un flujo, en este caso, del flujo normal de los alimentos. Al ser tragados, los alimentos pasan de la boca a la garganta (faringe), luego al esófago y después al estómago. En el estómago, los alimentos se mezclan con los jugos gástricos, que entre otras cosas se componen de ácido (el cual es necesario para digerir las proteínas). Este ácido no daña al estómago porque el órgano produce una sustancia mucosa que lo protege de la acción del ácido clorhidrico; sin embargo, este mucus protector no es producido por el esófago , la faringe o la boca. Si los alimentos y el ácido del estómago se regresan al esófago, le producirán irritación y quemaduras, dado que el esófago no produce el mucus que protege al estómago del ácido. Cuando el esófago está constantemente irritado por el ácido del estómago, se presentan los síntomas del reflujo gastroesofágico: amargor (pirosis), tos crónica (que dura más de un mes), falta de aire (a causa de un broncoespasmo), dificultad para tragar (disfagia) y en los casos más graves, dolor al tragar (odinofagia) ó dolor en el pecho que se puede extender al cuello y la mandíbula; este dolor se debe a inflamación del esófago (esofagitis)[2] y puede ser fácilmente confundido con un infarto de corazón.
Esta enfermedad debe ser diagnosticada a la mayor brevedad por un médico, ya que existe un riesgo de desarrollar cáncer de esófago si no se recibe tratamiento oportuno.
Referencias:
http://es.wikipedia.org/wiki/Infarto_agudo_de_miocardio
http://www.mailxmail.com/curso-infarto-agudo-miocardio/sintomas
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2005/03/23/medicina/1111577266.html
http://www.co-cure.org/dbell.htm
http://familydoctor.org/online/famdoces/home/common/pain/disorders/031.html
http://www.cellfood.com.mx/tratamiento-fibromialgia.html?gclid=CJOt0bLm_qUCFQqAgwodMngJog
http://www.niams.nih.gov/Portal_en_espanol/Informacion_de_salud/Fibromialgia/default.asp
http://www.endocrinologist.com/Espanol/diabetes.htm